La rosácea es una patología que causa inflamación y enrojecimiento en la piel, especialmente en la cara.
Hasta ahora no se sabe que desencadena esta enfermedad, pero se manifiesta al llegar a la adultez, teniendo una mayor presencia entre los 40 y 50 años.
Principales síntomas
Quienes padecen de rosácea están conscientes de que, al exponerse al sol, la comida picante y los cambios bruscos de temperaturas, experimentarán enrojecimiento facial.
Si el sonrojo avanza los vasos sanguíneos se dilatarán más hasta aparecer granos en la piel.
Algunas personas con rosácea han presentado el engrosamiento de las glándulas sebáceas de la nariz, mentón, frente y orejas, la recomendación es visitarme si presentan ardor o dolor constante en algunas de esas zonas.
Cómo tratar la enfermedad
Hasta ahora la rosácea no tiene una cura definitiva, pero sí procedimientos que permiten mitigar sus principales signos.
Desde hace poco se incorporó a la consulta la máquina Nordlys, una plataforma de IPL y láser que permite tratar enfermedades de la piel sin la necesidad de usar anestesia.
El resultado ha sido un éxito ya que la intervención es ambulatoria y poco invasiva, teniendo que repetir la intervención una vez al año. La máquina es tan segura que incluso puede ser usada en verano.
Mi compromiso es disminuir los signos visibles de la rosácea en mis pacientes. Sin embargo, parte del proceso de tratar esta enfermedad es mimarse y cuidarse de forma constante.
Por ejemplo, el bloqueador debe ser el mejor aliado, es conveniente elegir uno de factor 50, libre de alcohol y que esté dermatológicamente probado.
Al elegir la crema facial correcta, se mantiene una cara hidratada y protegida por más tiempo, en redes sociales tengo tips en caso de que las personas no sepan el tipo de producto que necesitan.
Otro consejo es moderar la ingesta de comida picante y de alcohol que también producen enrojecimiento.
Siguiendo estas y otras recomendaciones, la persona con rosácea podrá afrontar de mejor manera la llegada del calor durante los próximos meses.
Recuerden que no están solos en este proceso y que deben hacerse un chequeo anual con un especialista para descartar problemas con la rosácea.