Existen diferentes opciones de tratamiento según el tipo de cicatriz, zona afectada, tipo de piel y extensión que ocupa, por lo general es necesario combinar diferentes procedimientos para lograr un buen resultado:

El abordaje puede comenzar incluso si existen lesiones activas, en estos casos puede requerirse la administración de medicamentos orales y tópicos.

• Láser IPL «Luz Pulsada» permite tratar la inflamación y las cicatrices pigmentadas, otorgando a la piel un efecto bactericida y desinflamatorio.
•  Plasma rico en plaquetas con láser fraccionado o dermapen, aprovechando los canales de daño controlado se el PRP extraído del la propia sangre del paciente para aportar nutrientes que mejoran la calidad de la piel.
• Despigmentantes para cicatrices oscuras, estos pueden indicarse en cremas magistrales, inyecciones, medicamentos orales o colocados a través de láser fraccionado o dermapen.
• Subcisión de cicatrices este tratamiento es fundamental en cicatrices atróficas, ya que que rompe la fibrosis que hunde la piel y estimula la producción de colágeno y elastina.
• Láser Co2 «ablativo» que trata con precisión las cicatrices más profundas permitiendo la elevación de la piel.
• Rellenos dérmicos, estos pueden ser con bioestimuladores de colágeno o ácido hialurónico.