Ya habrás leído nuestro anterior artículo sobre el bótox, sino es así, por acá te lo dejamos «La toxina botulínica es más útil de lo que crees» y ya con eso podrás ver que la toxina botulínica y el ácido hialuronato, NO son lo mismo.

Ya podemos entrar en materia…

El ácido hialurónico de hecho es una sustancia que nuestro curpo genera y, se encuentra en diversas partes como: epidermis, tejido conectivo, cartílagos, líquido sinovial, ojos, etc. Su principal característica es su capacidad para atraer y retener el agua, lo que se traduce en el buen estado y mantenimiento de esos tejidos.

Sin embargo, mientras más envejecemos, producimos menos ácido hialurónico (como pasa con el colágeno), lo cual hace que esos tejidos pierdan hidratación y, por lo tanto, elasticidad… Y sí, justo ahí es donde las arrugas dicen presente. Lastimosamente, estos efectos de la perdida de ácido hialurónico no solo se notan a nivel estético, sino a nivel mecánico y funcional del cuerpo, ya que las articulaciones se vuelven mucho más rígidas, lo que quiere decir que estas generan dolor y molestia al rozar con los huesos.

Su capacidad para atraer y retener el agua lo han catapultado a ser un inyectable top e indispensable dentro de la medicina estética, aunque, hay que destacar que, también tiene usos en medicina regenerativa y por supuesto, traumatológica.

Usos estéticos del ácido hialurónico

Es vital para retrasar la aparición de arrugas o también tratarlas cuando éstas están en su fase más aguda de aparición, gracias a sus bondades hidratantes.

Es importante destacar que este inyectable llegó para quedarse, sobre todo en el tratamiento de las arrugas, al punto de desplazar al bótox como principal referente, quizás por sus acabados más frescos y naturales, ya que, a diferencia de la toxina, este no busca intervenir en la contracción de los músculos, sino brindar volumen y regenerar los tejidos gracias a la máxima hidratación que provee.

Además, está comprobado que el uso de este de manera inyectada, no solo hidrata y brinda volumen, sino que promueve la producción de colágeno, que es otra sustancia que con el tiempo nuestro cuerpo deja de producir y, es responsable de la elasticidad de la piel. De ahí que en la actualidad este tratamiento se esté utilizando para eliminar gran cantidad de arrugas, como

-Los surcos nasogenianos, los que parten de la nariz hacia los laterales de la boca

-Los pliegues peribucales y las comisuras labiales, en la línea de contorno de labios

-Las del entrecejo

-Las patas de gallo

-Las de la frente