El movimiento de los músculos faciales, el exposoma y el envejecimiento, van dejando sus huellas en nuestro cuerpo de forma lenta, continua e irreversible, dando como resultado el deterioro de nuestra piel. Una de las huellas más conocidas que estos factores nos aportan son las arrugas.
¿Qué son las arrugas?
Las arrugas son líneas y pliegues que nacen a raíz del deterioro del tejido conjuntivo y las fibras elásticas, añadiéndole a esto la disminución del oxígeno en las células y la deshidratación cutánea.
Tipos de arrugas
Las arrugas se pueden dividir en dos tipos, las profundas y las superficiales, pero, profesionalmente, los especialistas las clasifican en tres tipos:
1. Estáticas:
Son aquellos pliegues naturales que se acentúan a raíz de la pérdida natural de las estructuras cutáneas como el volumen del tejido, disminución del colágeno y de elastina.
Este tipo de arrugas son las que vienen marcadas desde que nacemos, las cuales se acentúan con el paso de los años. Ejemplo: las arrugas de los codos y las muñecas.
2. Dinámicas:
Estas son las que conocemos como “líneas de expresión”, las cuales nacen por los constantes movimientos faciales como sonreír, fruncir el ceño, fruncir la boca, entre otros.
Este tipo de arrugas generalmente inician su aparición a los 25 años, por la disminución del colágeno y el envejecimiento de la piel. Ejemplo: las patas de gallina y las que se forman en la frente.
3. Gravitacionales:
Son las que se producen a raíz de la flacidez facial y la pérdida de grasa producto del envejecimiento.
Las arrugas gravitacionales se empiezan a evidenciar a partir de los 40 años, cuando la piel cae por efectos de la gravedad, acentuando aún más las arrugas dinámicas. Ejemplo: las que aparecen en el cuello.
Tratamientos
Existen diversos procedimientos que pueden ayudarte a disminuir haciendo casi imperceptibles las arrugas de la piel, algunos de estos son:
1. Hilos tensores:
Los hilos tensores son una opción ideal para reafirmar la piel del rostro y estimular los tejidos internos, logrando un efecto lifting sin pasar por dolorosas cirugías. Estos hilos están hechos de material reabsorbible y biocompatible, que puede durar de 6 a 12 meses en el cuerpo antes de reabsorberse.
La colocación de los hilos tensores es rápida y se realiza en manos de un especialista con el uso de una aguja fina, que va formando una especie de malla que tensa y reafirma la piel.
2. Ácido Hialurónico:
El tratamiento con ácido hialurónico permite rellenar las arrugas que aparecen tras la pérdida de volumen, logrando que estas imperfecciones sean eliminadas o corregidas notablemente y con resultados inmediatos desde la primera sesión.
La molécula de ácido hialurónico soporta hasta mil veces su peso en agua, siendo capaz de atraerla y retenerla, por esta razón, es un ingrediente destacado en el área de la belleza, aportando hidratación, volumen y revitalizando las capas de la piel.
3. Toxina Botulínica:
Esta toxina es producida por un tipo de bacteria que, administrada en pequeñas dosis, tiene la facultad de bloquear determinadas señales nerviosas y relajar los músculos.
Es muy popular en la estética, ya que su efecto en el cuerpo hace que la piel se tense y las líneas de expresión se suavicen, erradicando las patas de gallina, y las arrugas que se forman en el entrecejo, en la frente y alrededor de la boca.
4. Tratamientos láser:
Los tratamientos láser tienen la capacidad de mejorar imperfecciones cutáneas como manchas, sequedad, capilares rotos, pero también influyen positivamente en la reducción de arrugas profundas, renovando notablemente la piel y estimulando la producción del colágeno y elastina de forma natural.
Evaluación médica
Todos los tratamientos estéticos deben ser asignados por un especialista bajo consulta previa, donde se recomiende el indicado según las necesidades y condiciones que tenga tu piel.