Es una enfermedad metabólica que ocasiona que la piel sufra cambios, precisamente el verse abultada; esta se manifiesta como depresiones en la piel, es decir, irregularidades en la extensión de la misma, lo que la hace conocer como piel de naranja.

Al igual que las estrías, suele aparecer en mujeres en periodos de fluctuaciones hormonales, como la pubertad o el embarazo.

De forma un poco más técnica, la celulitis nace debido a un aumento del volumen de los adipocitos (células de grasa), que, al aumentar su tamaño, pueden generar una compresión de los capilares. Por un lado, acumulamos más grasa de la que se utiliza (lipolisis), y por otro, retenemos agua y nos hinchamos por no drenar el excedente. Esto ocasiona que las fibras se endurezcan y el metabolismo se dificulte, empeorando así, la celulitis.

Aproximadamente un 98% de mujeres tiene celulitis a partir de su adolescencia. En el caso de los hombres, el porcentaje es considerablemente menor, aproximadamente del 10%, además, es interesante destacar que la celulitis suele afectar más que todo a las pieles más caucásicas.

Síntomas

Tacto rugoso, hormigueo y marcas visibles al presionar la piel… Todos estos síntomas nos pueden recordar a otra cosa y es que, la celulitis puede venir acompañada de problemas de circulación y retención de líquidos.

Causas

La piel de naranja se forma por una sobreproducción hormonal, la cual lleva a las células adiposas a dejar de funcionar correctamente. Al no poder funcionar apropiadamente, estas células aumentan de tamaño y se vuelven duras, lo que interfiere con la circulación correcta de líquidos

Las causas que pueden producir esa sobreproducción hormonal son:

– Llevar una vida sedentaria

– Tener una dieta alta en sodio

– Utilizar ropa muy ajustada