Desde hace ya un tiempo ha irrumpido en la escena estética un inyectable conocido como Bótox (nombre comercial) y poco sabíamos del impacto que este tendría.

Ya no son solo las mujeres, sino también los hombres, los que están en la búsqueda de la eterna juventud… Retrasar el envejecimiento, eliminar la arrugas y recuperar unos años, eso es lo que esta toxina ilusiona con conseguir a muchos de nuestros pacientes.

Entonces ¿Qué es la toxina botulínica?

Para empezar, su nombre es ese y no Botox; de hecho, es como pasó con el viagra y Pfizer, en donde ese fue el primer nombre comercial que se le dio a la pastillita… Es decir, Bótox es el nombre comercial (de hecho, el primero) que se le dio a esta toxina.

Ventajas del tratamiento con toxina botulínica:

-Es un tratamiento que (en algunos casos) puede reemplazar a la cirugía

-Sus efectos se empiezan a notar desde las 48 horas de aplicación, es decir, son rápidos

-Los efectos del tratamiento son duraderos, hasta más de medio año

-No es un inyectable estacionario, lo cual significa que puede aplicarse en cualquier tiempo del año

-Es muy raro que genere efectos secundarios o adversos

¿Cómo es el proceso?

Consiste en una inyección de pequeñas dosis de esta toxina, que actúa bloqueando la liberación de una sustancia química llamada acetilcolina, la cual es la responsable de la contracción de los músculos. De esta manera, se interviene selectivamente en aquellas partes del rostro donde se desee una relajación muscular total, suavizando así, las líneas de la piel.

Si te aplicas este inyectable por profesionales como nosotros, podrás ver los siguientes resultados:

-Lograrás un efecto lifting, retrasando así los efectos del envejecimiento

-Mejorarás el aspecto y la calidad de tu piel

-Podrás atenuar las arrugas

-Disminuirás la secreción de las glándulas de la piel