El ácido hialurónico llegó para quedarse - Clínica Dra. Ariana Sánchez
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El ácido hialurónico llegó para quedarse

El ácido hialurónico llegó para quedarse

Esta sustancia llegó de la nada y empezó a derrocar otras sustancias, la razón: es uno de los mejores ingredientes para cuidar y rejuvenecer la piel.

¿Sabemos realmente qué es y cuáles son sus principales beneficios?

¿Qué es el ácido hialurónico?

Nos vamos a poner técnicos… Es un polisacárido del tipo de glucosaminoglucano.

¿No entendiste? Tranquilo, lo que queremos decir es que es un tipo de azúcar.

Lo primero que tenemos que saber es que nosotros, en nuestro cuerpo tenemos esta sustancia y esta actúa para asegurar la estabilidad de la piel y mantenerla protegida y renovada 24/7.

Sus propiedades son increíbles, ya que tiene una impresionante capacidad para retener el agua, de hecho, una sola molécula puede contener hasta 1.000 veces su propio peso en agua… Un gramo de ácido hialurónico puede contener hasta seis litros de agua… De otro mundo.

Esto es lo que hace que pueda mantener hidratada nuestra piel, la capacidad de atrapar agua, es por eso que, los sueros y cremas cosméticas llevan ácido hialurónico como ingrediente principal. ¿Lo más importante? Como está presente en nosotros, es muy bien recibido por nuestra piel.

¿Cuáles son los beneficios para el cuidado de la piel?

El ácido hialurónico actúa como una esponja, ya que, es capaz de retener grandes cantidades de agua en la piel, lo cual logra aportar volumen al tejido, además de disminuir las arrugas y disimular las líneas de expresión, revitalizando de esta manera las capas superficiales externas de la piel.

Este aporta un aspecto más saludable a la piel, que termina por ser:

-Mantenimiento correcto de la estructura de la piel.

-Retención del agua en la epidermis, pues hidrata de forma natural.

-Facilitación de la reparación celular.

-Relleno de las arrugas.

¿Cuáles son sus funciones anti-envejecimiento?

Al ser jóvenes, la piel retiene agua y mantiene un equilibro óptimo de humedad; esto es lo que suplanta el ácido hialurónico, nuestra falta de producción de él mismo cuando envejecemos.

Cuando pasamos los 30 años, la producción de ácido hialurónico se reduce y provoca una pérdida de firmeza y volumen en la piel, que se traduce en el envejecimiento del tejido.

La cualidad antioxidante del ácido hialurónico y sus propiedades rejuvenecedoras nos ayudan en demasía al luchar contra el envejecimiento de la piel y, mucho más cuando este forma parte de nuestro régimen del cuidado de la piel.

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